Desde hace un año y medio no paraba de recibir llamadas comerciales de Ya.com y Jazztel.com. A veces eran diarias, a veces menos frecuentes. Cada vez que hablaba con ellos (generalmente llamaban desde un call center en Argentina) les pedía que me borrasen de su registro y cada vez me respondían lo mismo: que tenía que escribir una carta para solicitar que me eliminasen de la lista, que esta era la única manera.
Cada vez que me llamaban, pedía la dirección, la anotaba en un papel y luego terminaba olvidándome de enviar la maldita carta.
La ley da a las personas, por medio de esta carta, una herramienta para librarse de los call centers. Pero no hay nada en la ley que impida a los call centers gestionar sus propias bases de datos y eliminar de ellas a quienes no desean que los llamen. Si me eliminaran de su lista sin problemas y no me forzaran a escribir una carta, podría, llegado el caso, considerar contratar los servicios de estas empresas. Si me llaman y yo digo que no estoy interesado y pido que por favor me borren de la base de datos donde aparece mi número y me dicen que no pueden, que si quiero que no me vuelvan a llamar que escriba una carta, en este caso lo único que logran es asegurarse de que yo nunca jamás contratataré sus servicios, porque ya me han convencido de que su atención al cliente es penosa.
¿Cómo solucioné el problema? Nada de cartas, sino llamando a Telefónica y pidiendo un cambio de número de teléfono. Mi número ya era propiedad de los traficantes de números y no tenía sentido borrarme de la lista de Ya.com, si me libraba de ellos, tarde o temprano otras empresas me volverían loco con sus infernales promociones.
Cuando llamé a Teléfonica, me dijeron que el cambio de número costaba €15. Corté y volví a llamarlos, esta vez pedí hablar con el departamento de bajas. De Consumerist aprendí que los operadores de los departamentos de bajas son los que más poder tienen para resolver esta clase problemas.
La persona de bajas me trató muy bien. No sólo Teléfonica no me cobraría nada por el cambio de número, sino que me descontaban el 50% de mi factura de Trio Imagenio durante 3 meses. Esto sí es buena atención al cliente, pensé: esta persona logró no sólo que no me diera de baja, sino que me regaló un descuento y ahora consigue que yo cuente lo bien que me trataron.
Ya tengo nuevo número de teléfono. Ya se lo pasé a mi madre y a mi padre, que serán los únicos que lo usarán, hasta que mi número vuelva a caer en algún listado espurio, claro está.
3/11/2007 a las 9:02 |
[…] Ya.com vuelve a la carga Hace una semana comentaba como me había librado de Ya.com y Jazztel. […]